AUTORREALIZACIÓN Y EXPERIENCIAS CUMBRE
Yohana Coromoto Mendoza Pérez
El principal representante
de la perspectiva humanista, Abraham Maslow, define las
acciones humanas como la consecuencia de las necesidades sentidas por el individuo,
psíquica o físicamente. En ese sentido, el comportamiento humano se deriva de
la búsqueda de satisfacción de sus necesidades, que según esta teoría se
encuentran jerarquizadas, hallándose en la cúspide la autorrealización del ser.
Maslow diferenció el conocimiento en dos grandes
ejes: el conocimiento del ser (conocimiento-S) y conocimiento de las
necesidades deficitarias (conocimiento-D). El conocimiento-S, es el
conocimiento que se encuentra en las experiencias cumbre, caracterizadas por la percepción de un todo global, una
unidad completa, abstraída de cualquier relación, de cualquier posible
utilidad, conveniencia o finalidad, lo percibido es captado completa y
exclusivamente. La imagen resulta toda imagen, y el fondo desaparece o, por lo
menos, se percibe de forma accidental, la experiencia repetitiva enriquece la
percepción y esta puede relativamente
trascender el ego, ignorar sus propios intereses y ser altruista. Puede ser
inmotivada, impersonal, carente de deseos, no basada en la necesidad.
La
experiencia cumbre es sentida como un momento autovalidante y autojustificado
que contiene en sí mismo su propio valor intrínseco. Se trata de un fin en sí
mismo, una experiencia fin, se muestra solo como buena y deseable y jamás como
mala o indeseable. La experiencia es intrínsecamente válida; es perfecta,
completa y no necesita nada más. A diferencia de la experiencia normal que está
inmersa dentro de la historia y la cultura así como de las cambiantes y
relativas necesidades humanas, las experiencias cumbre son, desde este punto de
vista más absolutas y menos relativas; no están sujetas al tiempo ni al
espacio, son percibidas como más independientes.
Las
personas que se autorrealizan tienen más posibilidades de contemplar el mundo
como algo independiente, no solo de ellas, sino de los seres humanos en
general. Se pueden establecer diferencias en cuanto a la percepción de objetos
externos, aquellos relevantes para los intereses humanos e irrelevantes para
los mismos. La persona que se encuentra en la cumbre
deviene, no sólo en los sentidos ya tratados, sino también en algunos otros
aspectos, como la aceptación completa, amorosa, no condenatoria, compasiva y quizás gozosa del mundo y la persona.
La autorrealización de la gente que forma parte
de la organización, concebida como un objetivo organizacional sentará las bases
para un proceso de aprendizaje libre,
espontáneo, creativo; debido principalmente a que la percepción en los momentos-cumbre muestra
una fuerte tendencia a ser ideográfica y no clasificatoria. Lo percibido tiende
a ser considerado como ejemplar único y como miembro exclusivo de su categoría.
Esto contrasta con la lógica comúnmente empleada para abordar la realidad, que se basa
esencialmente sobre la generalización y la división aristotélica del mundo en
diversas categorías de las que el objeto es un ejemplo o representación. Un
aspecto de la experiencia cumbre es la pérdida completa, aunque momentánea, de
todo temor, ansiedad, inhibición, defensa y control, un cese de toda renuncia,
demora y coerción. La persona tiende a hacerse más integrada, más individual, espontánea,
expresiva, más expedita y menos necesitada de esfuerzo, más animosa y capaz.
El conocimiento de las necesidades deficitarias
(conocimiento-D) requiere jerarquizar las necesidades que motivan el
comportamiento humano, esta teoría considerada dentro del ámbito organizacional
puede orientar estrategias de motivación hacia el aprendizaje continuo, al ofrecer a sus miembros oportunidades de
aprendizaje para la satisfacción de necesidades concretas. Según Maslow, cuando
las personas logran cubrir sus necesidades básicas pueden buscar la
satisfacción de otras más elevadas.
La jerarquía propuesta por Maslow, se compone de las
siguientes necesidades, en orden ascendente: (a) fisiológicas: hambre, sed,
sueño, son recurrentes y repetitivas (b) seguridad: sentirse seguro y
protegido, fuera de peligro, (c) pertenencia a un grupo social: agruparse con
otros, ser aceptado y pertenecer a un grupo, (d) estima: lograr el respeto, ser
competente, obtener reconocimiento y buena reputación, (e) autorrealización:
utilización plena del talento y realización del propio potencial.
El ideal de Maslow es la persona
autorrealizada, que muestre altos niveles de percepción de la realidad;
aceptación del yo, de los otros y de la naturaleza; espontaneidad; capacidad de
resolver problemas, autodirección; identificación con otros seres humanos;
aislamiento y deseo de privacidad; serenidad de apreciación y riqueza de
reacción emocional; frecuencia de experiencias máximas; satisfacción y cambio
en la relación con las demás personas; carácter democrático, creatividad y
sentido de valores, siendo estas las características propias de una persona que
haya experimentado un proceso de
aprendizaje efectivo. El punto de vista humanista ofrece un modelo positivo
y optimista de la humanidad, profundizando en la teoría del aprendizaje al
considerar factores internos, como sentimientos, valores e ilusiones de las
personas.
Saludos, excelente contenido, muy interesante los enlaces que estoy revisando
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